Después de identificar correctamente el turbo que nos ha enviado, procedemos al desmontaje e identificamos el estado de cada componente del turbo.

Según el estado de las piezas procedemos a analizar las fallas que pudieron afectar al turbo compresor.

Las fallas más comunes:

Daño por impacto

Nunca seguir operando un motor con un turbocompresor sospechoso o ruidoso, lo cual podría dar lugar al fallo total del motor.

El daño por impacto causado por la entrada de un material extraño en la carcasa de la turbina o del compresor pueda verse con facilidad en la rueda turbina o la rueda compresora.

Nunca seguir operando un turbocompresor cuyas paletas estén dañadas por cuanto ello afectará el balance del rotor y podría reducir su vida de servicio.

Suministro insuficiente de aceite

El suministro insuficiente de aceite puede atribuirse a lo siguiente:

- Reajustar un turbocompresor sin cerrarlo adecuadamente.
- Largos periodos de parada.
- Tubo de alimentación de aceite roto o restringido.
- Baja presión del aceite del motor debido al malfuncionamiento del sistema de lubricación.
- Carter con bajo nivel o sin aceite.
- El empleo de sellantes, que puedan restringir el flujo de aceite.
- No cebar un recambio de filtro de aceite con aceite nuevo. Si esto no puede hacerse, dar vuelta al motor sin combustible para establecer la presión de aceite.
- No exceder las condiciones de marcha en vacío hasta que se establezca la presión de aceite.

Suciedad en el aceite

El aceite sucio daña el turbocompresor al causar rayado grueso en las superficies críticas de cojinetes. Para evitar daños, tanto el aceite como los filtros deben ser de una calidad recomendada por el fabricante del motor. Tanto el aceite como los filtros deben recambiarse al instalar un turbocompresor nuevo, y en adelante a intervalos regulares también de conformidad con la especificación del fabricante del vehículo/motor.

El daño causado por el aceite podría ser el resultado de:

- Filtro de aceite bloqueado, dañado o de baja calidad.
- La entrada de suciedad durante los trabajos de servicio.
- Desgaste del motor o materias extrañas procedentes del proceso de fabricación.
- Mal funcionamiento de la válvula de derivación del filtro de aceite.
- Lubricante degradado.

Acumulación de carbono

Fallo causado por temperaturas excesivas de escape o parada en caliente del motor resultando en acumulación de carbón. Se recomienda dejar marchar el motor en ralentí durante 2 a 3 minutos para enfriar el sistema de cojinetes antes de apagarlo. La difusión del calor por el lado de turbina en el alojamiento de cojinetes produce la carbonización del aceite y corrosión del sistema de cojinetes. El daño principal afecta el anillo sellante y ranuras del eje, cojinete del lado de turbina y el bloqueo de la cavidad de drenaje del aceite del alojamiento de cojinetes.

La acumulación de carbono puede ser causa de:

- Parada en caliente del motor.
- Calidad degradada del aceite carbonizado en servicio.
- Intervalos poco frecuentes de cambio de aceite causando la descomposición del aceite en servicio.
- Fugas de aire y gas.
- Bomba inyectora/inyectores de combustible defectuosos.